sábado, 11 de febrero de 2012

Principios anticancerígenos en diversos frutos, verduras y alimentos

Los frutos cítricos:

Su consumo reduce el riesgo de cáncer de estómago y esófago debido principalmente a su riqueza en vitamina C que contrarresta los efectos de las nitrosaminas.

El ajo: Contiene diversas sustancias protectoras, como el disfuro de alilo y la quercitina que inhiben las nitrosaminas y las aflatoxinas, dos tipos de sustancias agresivas que favorecen el desarrollo del cáncer de estómago, pulmón o hígado.

El durazno: Su riqueza en betacaroteno es una de las cualidades anticancerígenas.Las algas: Su habitual consumo en japón podría explicar la baja incidencia del cáncer de mama en este país.El arroz: este alimento contiene inhibidores de la proteasa, que protegen especialmente contra cánceres de colon, mama y próstata.Las espinacas: la notable presencia de carotenoides y clorofila le confiere propiedades anticancérigenas.

El repollo: Diversos estudios parecen demostrar que la familia de las coles, debido a su riqueza en betacaroteno, aminoácidos azufrados y otros componentes pueden ayudar a prevenir el cáncer.Las fresas: Investigaciones realizadas en Italia han demostrado su capacidad de neutralizar las nitrosaminas, debido a su riqueza en vitaminas y polifenoles, conocidos como potentes antioxidantes.Las manzanas:

El jugo de manzana fresco, la pulpa y la pectina de la piel contienen sustancias, como los ácidos clorogénico y elágico, que han demostrado tener propiedades antitumorales.La piña: Algunos estudios realizados en la Universidad de Hawai con extracto de piña han revelado su acción antitumoral, debido al efecto de la enzima peroxidasa.La zanahoria: Sus carotenoides le confieren propiedades anticancerígenas.

El tomate: Es rico en vitaminas, minerales y un pigmento antioxidante llamado licopeno, que ha demostrado en investigaciones tener un efecto antitumoral.

El yogur: Se ha comprobado que previene el cáncer, especialmente de colon. Un estudio francés indica, asimismo, que las mujeres que consumen alimentos ricos en grasas aumentan el riesgo de cáncer de mama, y las posibilidades disminuyen cuando consumen yogur. La presencia de acidófilus aumenta su efecto preventivo.

La remolacha: Existen interesantes investigaciones llevadas a cabo en Hungría entre los años 50 y 60 sobre enfermos del cáncer. Su acción positiva en estos casos podría deberse a su riqueza en azufre, vitaminas y unos pigmentos llamados betaínas.

VITAMINAS,HIERBAS......PRUEBALO!!!!!

Suplementos de vitaminas, hierbas y productos naturales recomendados

Los productos y las dosis son las más usadas en promedio, pero conviene en lo posible chequear bioenergéticamente la necesidad del producto y sus dosis, porque las necesidades no son iguales para los distintos organismos.
Vitamina C (la más natural posible) comenzar con un gramo diario, subir de a un gramo diario hasta que el estomago soporte y/o hasta que se produzca diarrea, luego bajar de a un gramo diario hasta llegar a uno y recomenzar el mismo ciclo. Hay que separar en 3 o cuatro porciones la dosis diaria para no perder tanto por eliminación y así mantener un nivel elevado y constante en la sangre.L-lisina (GNC) 1,5 gramos diarios (3 comprimidos de 500 mg) fortalece el colágeno que rodea las células e impide la penetración de virus al núcleo de ellas.(La combinación de altas dosis de vitamina C y el aminoácido L-Lisina es un poderoso antiviral y por ende anticancerígeno recomendado por el Dr. Mattias Rath de Alemania) Coenzima Q 10, 100 miligramos diarios. (Similar pero más potente antioxidante que la vitamina E. Estimula el sistema inmunológico y aumenta la oxigenación de los tejidos, lo cual dificulta la proliferación de células cancerígenas) Cartílago de tiburón o “Condroitina” 6 gramos divididos en 3 tomas diarias.(Se ha demostrado que inhibe el crecimiento de algunos tumores, estimulando simultáneamente al sistema inmunológico)Probióticos para flora intestinal como el “Chamito” de Nestlé (2 al día)Contiene bacterias positivas que regularizan la función intestinal y suben el sistema inmunológico.Uña de gato, 5 cápsulas diarias (Una de las hierbas más efectivas, ya que potencia el sistema inmunológico y tiene propiedades antitumorales) Ging Seng 3 cápsulas (Una planta adaptógena que aporta necesaria energía Yang que balancea la dieta preferentemente Yin)Propóleo 6 cápsulas al día, sube inmunidad y actúa sobre gérmenes.Pólen 2 comprimidos al día, combinación de energía más vitamina, minerales, aminoácidos, etc.Jalea real 2 pequeñísimas dosis en la lengua, diariamente y en ayunas. Poderoso energético. Lisado de corazón de Uruguay buen potenciador del sistema inmunológico.2 comprimidos al día. Junto con comidas. Contacto: Roberto Sánchez (09)4227401Aloe vera (GNC o Forever Living Products) 3 medias tacitas de café al día. El jugo de esta maravillosa planta posee extraordinarias cualidades depurativas y además una acción antiangiogenesis, vale decir dificulta la proliferación de vasos sanguíneos que alimentan el tumor

Los 4 VENENOS BLANCOS!!!!!

Eliminar los “4 venenos blancos”!!!!!

1.- El azúcar blanca refinada. Reemplazar por miel y ocasionalmente azúcar negra de caña(El azúcar blanca atenta contra el buen funcionamiento energético del cuerpo y obstaculiza la asimilación del calcio, la miel en cambio aporta la importante energía solar curativa (prana) y además diversos nutrientes, vitaminas, minerales y antioxidantes)2.- La sal refinada por sal marina fina (El proceso de refinamiento químico de la sal le quita la energía citada y la priva de magnesio anticancerígeno)3.- La harina blanca refinada por harina integral (También la refinación de la harina le quita aporte energético y vitaminas, y le introduce sustancias contaminantes)4.- El arroz blanco refinado por arroz integral o arroz Basmati.(Por las mismas razones del punto 3. El arroz Basmati es integral pero de cáscara mas delgada. ) Desayuno:Tome para desayunar la fruta cruda y fresca de temporada que más le apetezca. Si lo desea, ingiera también un yogur natural con miel. Té verde (puro sin agregados aromáticos) endulzado con miel, (el te verde es un poderoso antioxidante y anticancerígeno)Jugo de naranjas con miel (aporta energía + vitamina C + bioflavonoides, etc.)Comer la mayor cantidad posible de frutas frescas de la estación separadas durante la mañana a elección entre: plátanos, pera, kiwi, pepinos, chirimoya, melón, duraznos, damascos, uva, frambuesas, fresas, higos, etc.(aportan mucha energía solar curativa, vitaminas, minerales, antioxidantes, suben el sistema inmunológico, etc.)A media mañana:-Un vaso de jugo de uva, zanahoria o manzana.-Algunos frutos secos (siempre que no tengan sal ni estén fritos)A mediodía:De primer plato tome verdura verdes o neutras (no combinar verdes con rojas)- cruda y fresca - o bien una ensalada variada abundante aderezada con aceite de oliva virgen extra (sin vinagre) y bastante jugo de limón : lechuga, apio, achicoria, repollo, espinaca, zapallos italianos, etc.Podrá incluir en ella yema de huevo tres veces por semana. Y procure poner siempre en ella ajo, cebolla y perejil. Entre las verduras más aconsejables están las crucíferas (toda la familia de las coles o repollos). Verduras cocidas (en menor proporción, idealmente al vapor y sólo en Pirex de vidrio o, mejor aún, en ollas de greda porque conservan bien las energías pránicas curativas mientras que las ollas metálicas absorben y retienen dicha energía ) En algunas tiendas orientales venden recipientes de bambú para cocer al vapor y brevemente: espinacas, acelga, brócoli, zapallos italianos, porotos (judias) verdes, porotos granados, brotes de diente de dragón, y de otros vegetales. etc. Los brotes de alfalfa, deben consumirse crudos.Todo lo anterior se puede aliñar con bastante jugo de limón, aceite sólo de oliva o de pepa de uva, hierbas saborizantes. No a los aliños irritantes en excesoSe pueden combinar verduras o ensaladas con alimentos a elegir entre:Arroz integral o arroz basmati (de la India)Poroto Mung (de la India) es más pequeño y más liviano y digerible.Otras legumbres como lentejas, porotos y garbanzos, sólo para aquellos que puedan digerirlas bien y sin agregados de grasas saturadas. Las legumbres aportan energía, diversos nutrientes y también importantes proteínas. Todo tipo de champignones, callampas comestibles, maitake, shitake o reishi. Todos éstos tienen importantes propiedades antitumorales y estimulantes del sistema inmunológico.Consumir maní, nueces, avellanas, pasas, etc. Coma todos los días diez almendras crudas. Las almendras contienen laetrile, una sustancia con propiedades anticancerígenas. Soya y sus derivados, carne de soya (bien aliñada para dar sabor), harina de soya, leche de soya, queso tofu de soya, etc.También se puede elegir en menor proporción pescado, carnes blancas de pollo o pavo desgrasado, con acompañamiento de verduras.Importante agregar de cuando en cuando algunas algas marinas por su aporte en yodo que favorece la producción de hormona tiroídea que es muy necesaria en la lucha contra el cáncer: ulte, cochayuyo, kelp, etc.De postre tome manzana (cruda, hervida o al horno) o un yogur natural (si no tomó ya uno por la mañana).A media tarde :-Fruta -o jugo casero- así como algún fruto seco (sin sal ni frito).Cena: (hágala en lo posible antes de las 20 h):Sopa de verduras y pescado o carne blanca de ave. De postre, de nuevo manzana o yogur natural.(Después de cenar sólo podrá tomar agua y jugos de fruta fresca si tuviera hambre).

Un Grandísimo Cirujano,una Grandísima Persona....

El Doctor,D.Cristobal Muñoz Casares.

El hospital Reina Sofía se ha convertido en un centro de referencia mundial por la experiencia y buenos resultados obtenidos con el empleo de una técnica que ha conseguido aumentar la supervivencia al cáncer de ovario en los cinco años posteriores a la intervención. El jefe del Servicio de Cirugía General del Reina Sofía, Sebastián Rufián, señala que la novedad consiste en aplicar quimioterapia en el mismo acto quirúrgico, de forma que se combina la extirpación del tumor con la administración de quimioterapia en la membrana que reviste la cavidad abdominal.
El doctor Rufián explica que primero se eliminan las células cancerosas con la cirugía y a continuación se aplica un protocolo de quimioterapia con el propósito de erradicar las células residuales que a veces no son detectadas ni visibles para los propios cirujanos. La intervención se lleva a cabo en la unidad de cirugía oncológica, que depende del servicio de Cirugía General y trabaja en coordinación con Oncología Médica.
Sebastián Rufián apunta que en una reunión de cirujanos celebrada en Barcelona fue reconocida la experiencia de los últimos once años en este terreno del hospital Reina Sofía, "ya que no hay otro centro que haya alcanzado nuestros resultados".
La supervivencia global tras las intervenciones de ovario realizadas con esta técnica en el Reina Sofía supera el 60% en los primeros cinco años tras la operación, en pacientes con una edad media de 50 años, cuando antes era de solo el 15%.
EXTENSION El jefe de Cirugía del hospital cordobés expone que la carcinomatosis (tumor cancérigeno extendido por varios órganos) por cáncer de ovario ha sido tradicionalmente una patología tratada por ginecólogos y que se combatía exclusivamente con quimioterapia. "Hemos aplicado contra el cáncer de ovario una técnica que ya se venía usando para otro tipo de cánceres a nivel mundial y utilizado un protocolo particular nuestro de quimioterapia intraoperatoria con el que hemos obtenido estos resultados", indica Sebastián Rufián. El Servicio de Cirugía del hospital está aplicando esta misma técnica en otras enfermedades peritoneales.
El doctor Rufián precisa que en España no se estaba usando la combinación de quimioterapia y cirugía contra el cáncer de ovario, aunque sí contra otros tumores, "pero viendo los resultados del Reina Sofía han empezado algunos centros, aunque no tienen tanta experiencia acumulada como nosotros".
Las pacientes que se someten a esta técnica tienen una media de 50 años, aunque también hay casos de mujeres más mayores y de menor edad. "La edad media de las afectadas está bajando, aunque es pronto para conocer las causas. El caso de la paciente más joven es el de una mujer de 24 años y la más más mayor tiene 77 años, y a las dos les ha ido bien".

LEELO.....

Sentirse bien emocionalmente puede ayudar a las células del sistema inmune que el cuerpo necesita para combatir el cáncer, es la teoría que están tratando de demostrar científicos de la Universidad de Miami.“Estamos tratando de demostrar que la intervención psicológica específica influye y puede ayudar en la respuesta inmunológica de pacientes que han sido diagnosticadas con cáncer de mama”, explicó la Lic. María Gisela Romero, bióloga e investigadora asociada de la Universidad de Miami, que se encarga de asistir a la inmunóloga Bonnie B. Blomberg en esta investigación que dirigen los psicólogos Michael H. Antoni y Charles S. Carver.El tipo de intervención al cual se refiere la experta es lo que llaman en inglés ‘Cognitive Behavioral Stress Management’ o ‘manejo del estrés por comportamiento cognitivo’, y “es una terapia que dura 10 semanas, la paciente viene una vez por semana, durante dos horas, y se les enseñan terapias de relajación; se les enseña cómo manejar situaciones de estrés diario; porque ellas están pasando por un período en que recientemente han sido notificados de que tienen cáncer de seno y que van a comenzar a hacer un tratamiento de radioterapia o quimioterapia, luego de que ya la cirugía fue hecha. Tomamos los pacientes dos o tres semanas después de la cirugía, cuando el paciente está en una etapa de estrés, porque es algo nuevo, algo que ellos creen que es una amenaza para su vida”, dijo.Si es cierta la hipótesis que los científicos están manejando, la actividad de las células T y las llamadas NK [‘natural killers’ o ‘asesinas naturales’] se incrementaría en el organismo. Estas células que pertenecen al sistema inmunológico, son importantes. Las NK están relacionadas con la respuesta inmunológica inmediata, las cuales al llegar un agente, en este caso canceroso, responden; pero esa respuesta no tiene memoria. En ratones se ha demostrado que estas células son importantes para eliminar células cancerosas metastáticas en el torrente sanguíneo”, continuó Romero.Romero procesa la sangre y genera los resultados en la parte inmunológica, lo que significa que ella trabaja en el laboratorio con las células y registra esos datos. No se pueden sacar conclusiones todavía, pero sí se puede decir que por ahora los resultados de la investigación son esperanzadores, relató Romero.“Una indicación que tenemos es que cuando un paciente tiene estrés produce más cortisol y este reduce la respuesta inmunológica. En un estudio piloto se comprobó que los pacientes que estaban dentro de esta terapia psicológica tenían una reducción de cortisol en sangre. Esperamos demostrar que con la terapia psicológica el sistema inmune también mejora”, advirtió.De ser cierta esta hipótesis se demostraría que la terapia psicológica es importante para la recuperación de este tipo de pacientes; lo cual muy probablemente implicaría ciertos cambios en el cubrimiento de los planes de seguro de salud, para beneficio del paciente.Las pruebas clínicas están en su tercer año y en las mismas han participado 70 pacientes. “Necesitamos más pacientes. Nuestra meta es llegar a 250 personas en un período de cinco años. La condición para participar en este proyecto es que hayan sido recientemente diagnosticadas con cáncer de seno y recientemente operadas; además tienen que tener más de 30 años y menos de 70”, expresó Romero.Otra investigación similar está estudiando la relación entre el control de la depresión y el estrés en mujeres infectadas con el virus de inmunodeficiencia humana y con virus de papiloma, que se considera una condición precancerosa del cuello del útero, explicó la investigadora Deidre Pereira. De igual manera se está investigando esta relación en pacientes con cáncer de próstata, con la colaboración del investigador Frank Penedo.

PERSONALIDAD Y CANCER

El posible vínculo entre personalidad y cáncer ha sido abordado de manera sistemática y empírica desde hace unos años. Viendo los estudios en su conjunto emerge una serie de rasgos y estilos de afrontamiento que puede constituir la "personalidad predispuesta al cáncer". Ha sido etiquetada como personalidad "Tipo C" por diferentes autores11,12. Constituye un patrón de conducta contrapuesto al "Tipo A" (predispuesto a la enfermedad coronaria) y diferente al "Tipo B" (tipo saludable). Los elementos que definen más especialmente al "Tipo C" son la inhibición y negación de las reacciones emocionales negativas como la ansiedad, agresividad e ira, y la expresión acentuada de emociones y conductas consideradas positivas y deseables socialmente, tales como, excesiva tolerancia, extrema paciencia, aceptación estoica de los problemas y actitudes de conformismo en general, en todos los ámbitos de la vida. Algunos autores13 retratan a esta personalidad como la "típica buena persona" que está deseando siempre complacer y buscar la armonía en las relaciones interpersonales, así como evitar expresar actitudes y reacciones que puedan ofender a otros, incluso en perjuicio de sus propios derechos y necesidades, con el fin último de no propiciar un conflicto. Otros autores como Grossarth-Maticek y Eysenck14, señalan seis estilos de reacción al estrés. Dos de ellos están muy relacionados con el cáncer:
Tipo 1. Predisposición al cáncer. El sujeto tipo 1 se caracteriza por presentar elevado grado de dependencia conformista respecto a algún objeto o persona con valor emocional destacado para él, e inhibición para establecer intimidad o proximidad con las personas queridas. Son personas que ante las situaciones estresantes suelen reaccionar con sentimientos de desesperanza, indefensión y tendencia a reprimir las reacciones emocionales abiertas. La pérdida del objeto se mantiene como fuente de estrés.
Tipo 5. Racional-antiemocional. Se define por la tendencia a emitir reacciones racionales y antiemocionales. Este tipo de personas suele suprimir o negar las manifestaciones afectivas, encontrando dificultad para expresar las emociones. Debería denotar predisposición a la depresión y al cáncer. Hay predominio de lo racional sobre lo emocional. Otras características de personalidad que se han asociado al cáncer son la presencia de altos niveles de depresión, sentimientos de indefensión y pesimismo15. Green y Shellenberger16 realizan un completo resumen sobre las características de personalidad en pacientes de cáncer.-

ESTRES.....Y CANCER

El estrés puede afectar al inicio o curso del cáncer, generando cambios biológicos propios de la respuesta de estrés y con cambios en las conductas de salud o estilos de vida que pueden predisponer a la enfermedad. Ante los efectos del estrés las personas pueden llevar a cabo conductas altamente perjudiciales para la salud como el tabaco, el alcohol, los patrones de alimentación inadecuados, el rechazo de tratamientos médicos, etc.
El efecto supresor del estrés emocional en la función inmunológica y en la susceptibilidad a la enfermedad es uno de los aspectos más estudiados de la psiconeuroinmunología. Las células neoplásicas se desarrollan y proliferan con una estructura diferente a la normal, mostrando en su organización histológica una serie de características que las hace claramente distintas del resto y patológicas. Un posible papel del sistema inmunológico, en la defensa contra el cáncer, sería precisamente la capacidad de reconocer estas células anormales en las cuales han ocurrido esta serie de cambios y eliminarlas antes de que el tumor pueda desarrollarse. Existen unas células llamadas NK (natural killer) cuya actividad citotóxica se manifiesta ante diferentes tumores y es importante dentro del mecanismo de destrucción tumoral4. Investigaciones sobre humanos ofrecen la evidencia de factores psicosociales y medioambientales, incluidas las experiencias de estrés agudo y crónico, como inductores o asociados con funciones inmunes alteradas5. Como acción determinante, el estrés modifica la dinámica neuroendocrina y, por tanto, puede afectar las condiciones y comportamiento inmunes del organismo. Varios autores han analizado los efectos de la relajación en el sistema inmune de pacientes oncológicos, concluyendo que un entrenamiento continuado en relajación afecta positivamente a parámetros inmunológicos en un grupo de pacientes con cáncer de ovario que reciben quimioterapia6. En un grupo de pacientes con cáncer metastásico, el entrenamiento en técnicas de relajación durante un año produce cambios significativos en varias medidas de inmunocompetencia7.
Además determinadas células del sistema inmune secretan ellas mismas péptidos, algunos de los cuales son precursores de neurotransmisores, con lo que se establece una comunicación bidireccional entre el Sistema Nervioso Central y el Sistema Inmune. Algunos autores8 han encontrado relación entre niveles altos de estrés y menor supervivencia.
Sklar y Anisman9 en una completa revisión sobre estrés y cáncer concluyen: "Nuestro punto de vista es, no que el estrés sea la causa del cáncer sino más bien que el estrés, como acontecimiento ambiental con profundos efectos sobre el funcionamiento fisiológico, puede influir el curso de la enfermedad neoplásica. En efecto, el estrés se traduce en cambios biológicos compensatorios para hacer frente a las demandas a las que se ve sometido el organismo. Sin embargo, la movilización focalizada de recursos o su potencial agotamiento incapacita en alguna medida al organismo para luchar con eficacia con las células cancerosas. Dada la relación existente entre los sistemas neuroquímico, hormonal e inmunitario, una perturbación en cualquiera de estos procesos podría incrementar ostensiblemente la proliferación de células cancerosas". Un buen resumen acerca de la relación entre el estrés y el cáncer lo expresan Wayner, Cox y Mackay10 al destacar que:
1. El estrés puede influir sobre la iniciación del cáncer de varias maneras: i. Aumentando la exposición del sujeto a un carcinógeno; ii. Interactuando con los efectos de un carcinógeno; iii. Permitiendo la expresión de un potencial genético latente a través de un cambio en el sistema hormonal.
2. Una vez establecido el proceso neoplásico, algunas reacciones comportamentales al estrés, tales como un aumento en el consumo de tabaco, alcohol u otras drogas o unas estrategias psicológicas deficientes para afrontar los problemas, pueden modificar o interactuar en combinación con el sistema neuroendocrino.
3. El bloqueo de ciertas células inmunológicas, tales como los linfocitos NK, debido a la acción conjunta del estrés y del propio tumor, podría aumentar la probabilidad de que determinadas células precozmente transformadas eludieran la acción de las defensas del organismo.